miércoles, 16 de febrero de 2011

Capítulo 8

VIII

Michael. Dejó de ser un misterio en cuanto lo conocí. Sin saber nada sobre su vida, ya sabía todo sobre él. Su mirada era tan transparente como el agua, y dejaba ver a través de ella el interior de Michael. La belleza de su interior me había dejado indefensa desde que nuestros ojos se conectaron por primera vez. Podía ver en sus ojos timidez, pero también determinación. Alegría, pero también soledad. Todo en Michael se componía de opuestos. Por cada pro había un contra. Por cada todo había un nada. Michael era tan transparente y profundo que a cada momento me sorprendía con algo nuevo. Llegué a la conclusión de que nunca terminaría de conocerlo. Pero sí que podía saber acerca de él. 

Siendo franca, he de admitir que no sabía prácticamente nada de la vida de Michael y me dispuse a averiguarlo todo, aunque comencé haciéndole preguntas muy superficiales.

-          ¿Dónde naciste?- pregunté, sin saber muy bien cómo comenzar.
-          En Gary, Indiana.  Ahora mismo estoy viviendo en Los Ángeles. ¿Tú dónde naciste? –preguntó curioso.
-          ¡Aquí las preguntas las hago yo! –contesté divertida –Bien, ¿cuántos hermanos tienes?
-          Ocho, ¿y tú? –suspiré, al parecer no dejaría de preguntar nunca.
-          No tengo hermanos.
-          Vaya, yo no podría vivir sin mis hermanos, son como mis amigos, de hecho, me atrevería  a decir que son mis únicos amigos.
-          ¿No tienes más amigos? –pregunté incrédula.
-          No. Los demás… ellos, sólo se acercan a mí por mi fama. Ellos ven en mí una escalera para llegar a la fama, ven dinero, o simplemente sólo quieren autógrafos, una cita con un productor o boletos para conciertos. Nunca había encontrado alguien que me hablara sin importarle quién soy yo o cuánto dinero tengo. Nunca había entablado una verdadera amistad con alguien, en toda mi vida. Nunca había conocido a alguien que se atreviera a decirme mis defectos de frente, sin rodeos. Y después llegaste tú, que en menos de dos días me ofreciste tu amistad desinteresada, y te agradezco mucho eso –me miró a los ojos, transmitiéndome toda la calidez de su mirada.
-          Pues, creo que no hace falta decirte que en mí tienes una amiga. Alguien en quien puedes confiar y que siempre estará ahí para ti –en ese momento, no pude resistir las ganas de abrazarlo, y así lo hice.
-          Gracias.

Hicimos una pausa, mientras pensaba qué preguntarle a continuación.

-          ¿Qué es lo que más disfrutas hacer en la vida? –pregunté al fin.
-          Buena pregunta. Creo que son muchas cosas. Amo cantar, es mi pasión, lo que me mueve. Amo ver la naturaleza a mí alrededor. Amo escuchar la risa de los niños. Amo leer. Amo bailar. Pero lo que amo más es hacer feliz a la gente, hacer a las personas sonreír. –sus palabras me conmovieron, y me convencieron de que Michael no era como cualquier persona, pero una vez más, mi timidez no me permitió expresarlo.
-          ¿Qué hacías tú en España, Michael? –pregunté tomando conciencia de que era algo que en realidad me intrigaba.
-          Es una larga historia. También es algo complicada y en estos momentos no le veo mucho sentido. Mis hermanos y yo ofrecimos un par de presentaciones en Europa, y España era el último lugar al que iríamos, pero las fans nos causaron algunos problemas en el aeropuerto y a la llegada del hotel, así que mis hermanos y yo decidimos que al regreso a casa, partiríamos por separado, cada uno en un diferente avión un día diferente. Yo era el último, y, creo que no salió tan bien como esperábamos –rió sin ganas.

Continué haciéndole preguntas un buen rato, y él, con la mejor disposición respondía con paciencia a cada una de mis preguntas, buscando cuidadosamente las palabras para expresarse.

-          Michael, está por atardecer, y, para serte franca, no me gustaría quedarme la noche entera aquí –dije mientras me ponía en pie.
-          Pero podemos buscar un lugar donde quedarnos –dijo con pocas ganas de irse.
-          Pero… podríamos encontrar animales… además, tardaríamos mucho en encontrar un lugar adecuado, y para ese entonces ya habrá oscurecido.
-          De acuerdo –dijo mientras se levantaba de mala gana.

Antes de irnos, aprovechamos para beber agua y saciar nuestro apetito con frutas, ya que claramente no podríamos –y no estábamos dispuestos- a cazar nada. Mientras comíamos y nos dirigíamos al mismo lugar donde habíamos dormido la noche anterior, más preguntas venían a mi mente a cada momento.

-           Mike… no me gustaría parecer demasiado entrometida, yo sé que son cosas que tal vez no me incumban, o que no quieras responder, pero tengo una pregunta que hacerte.
-          Dime, Julia, no hay problema –me miró atentamente.
-          Bien. Cuando hablaba acerca de los problemas con mi familia noté que estabas incómodo. ¿Es porque también tú tienes problemas?

Suspiró. Sabía que no iba a ser fácil para él responderme, pero en realidad me interesaba.

-          Sí. Mi familia es algo… disfuncional. Mi padre… él… no es un ejemplo a seguir para mí. Ha cometido muchos errores –sus palabras salían con dificultad y percibí que contenía el llanto –Antes, Joseph acostumbraba a golpearnos, a mis hermanos y a mí cuando fallábamos, y en ocasiones lo hace aún cuando pierde el control. Nos golpeaba cuando fallábamos un paso o cuando desafinábamos una nota. Nos golpeaba salvajemente, con lo primero que alcanzara su mano. Creo que a mi hermano Marlon y a mí nos golpeó más que a todos los demás. En ocasiones también golpeó a mi madre. Era brutal. En esos momentos le odiaba, en verdad lo hacía. Y en estos momentos siento un gran rencor hacia él. El… tuvo una hija con otra mujer hace poco. Engañó a mi madre, le hizo daño, y es algo que nunca voy a poder perdonarle –cubrí mi boca con mi mano, incrédula. No podía concebir que Michael sufriera tanto. 
–Además, en ocasiones siento que él sólo nos ve a mis hermanos y a mí como “minas de oro”, como un medio más para llenarse los bolsillos –las lágrimas amenazaban con saltar de sus ojos.

Tomé su mano tímidamente y me acerqué a él para abrazarlo. Él recostó la cabeza en mi hombro y se abandonó al llanto. Dejé que llorara todo lo que quisiera y le susurraba palabras de aliento al oído. No soportaba verlo así. Su dolor se había convertido en mi dolor, y sus lágrimas rasgaban mi corazón, haciéndole daño. No era justo que Michael sufriera así. Simplemente, no lo era. 

-          Perdón –dijo cuando sus lágrimas se hubieron terminado.
-          No te disculpes. No tiene nada de malo. De hecho, habla muy bien de ti. A las chicas les gustan los hombres sensibles –le guiñé un ojo con la intención de hacerlo reír.
-          ¿En serio? –dejó escapar una risilla ahogada –Creí que a las chicas les gustaban los hombres fuertes e inexpresivos –dijo entre risas mientras se secaba las lágrimas.
-          Fuertes, sí. Inexpresivos, no –dije, logrando sacarle otra sonrisa. En ese momento caí en la cuenta: haría todo en mi poder para mantener esa sonrisa en su rostro.

La sonrisa en su rostro se fue tan rápido como llegó y Michael se quedó observando fijamente mi rostro, con una indescriptible ternura dibujada en sus pupilas.

-          Eres muy especial, Julia –dijo pasado un momento –Es increíble que siendo tan joven ya poseas esa madurez, que puedas afrontar esto con tanto temple. Es increíble que la mirada en tu rostro diga tantas cosas a la vez, que con una sonrisa puedas hacerme sentir que este infierno vale la pena, que con unas cuantas palabras una niña como tú pueda hacerme sentir mejor.
-          Michael, yo no soy una niña…
-          Pero, ¿qué dices? ¡Tienes 15 años! ¡Claro que eres una niña! –me miró con una tierna mirada en el rostro.

No tenía idea de lo que decía.

3 comentarios:

  1. AAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!! AMEEEEE EL CAPITULOOOOOOO!!!!!!!!!! CLARO QUE NO SABIA LO QUE ESTABA DICIENDO!!!!!

    MORI!!!!!!!!! QUIERO MÁSSSSSSS!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. AH! Hoy publiqué nuevo capitulo! Fijate si te aparece la actualización en tu blog, porque tengo problemas con el enlace al parecer.

    Muchos besos Julia!

    ResponderEliminar
  3. Woooow que romántico!!Me encanta el capítulo! :) Han visto la película del Lago Azul? Está protagonizada por Brooke Shields, y es la historia de un chico y una chica que quedan atrapados en una isla maravillosa con 16 años... Me recuerda un poco! :)
    Un beso!! :D

    ResponderEliminar

Ya leíste la historia, ya eres parte de este mundo.

¡Escribe un comentario!

No dejes que muera la magia...